sábado, 1 de noviembre de 2014

El cine y la amistad

Por Marcos Rosenzvaig

       Vivimos en una época donde acecha, agazapada, la distracción. Pero no como desvío del cuidado o la vigilancia del intelecto, sino como viraje vital. Una distracción nos puede costar la vida, aunque la vida también puede ser una distracción. En ese ámbito en que lo sublime y lo profano puede caber en el simple acto de distraerse, acaba de ser editada la novela La distracción de Marcelo Damiani.
(...)
     El libro es una caja de resonancia llena de ecos. Su logro mayor, quizá, es que durante la lectura uno tiene la sensación de estar en una sala de cine contemplando la última película de los hermanos Coen, basada muy libremente en una vieja comedia de Plauto, cuyo guión ha sido perpetrado por la pluma paródica de Cabrera Infante y la imaginación de un gran fabulador.
       El resultado es explosivo.

       La nota completa acá.